Disparos en la oscuridad

Titulo: Disparos en la oscuridad
Autor: Fabrizio Mejía Madrid
Editorial: Punto de Lectura
Género: Narrativa, Crónica, Política
País donde sucede: México
País de origen del autor: México
Páginas: 293
Calificación personal: 4.4/5

Previo: Nuestro ASNO Presidente.

Rara vez me gusta hablar de política. Principalmente porque no tengo una postura definida y la mayoría de las personas son extremistas; o eres “pejezombie” o eres “peñabot” (de extrema izquierda y derecha, respectivamente). Así que siempre se terminan dando disputas baratas, porque sencillamente ni siquiera saben qué quieren. Nuestro Presidente, el señor Enrique Peña Nieto (discúlpenme pero a duras penas me creo que haya acabado la prepa) me parece de lo más estúpido que puede haber, no en el mundo de la política, sino en el mundo entero. Es un reverendo ignorante, pero no es la culpa de él, él ya era un idiota desde siempre. La culpa es del círculo que lo controla, en esta ocasión se les pasó la mano a la hora de elegir un descerebrado. El ejemplo más sonado (para mí y el blog) es cuando ese “asno” fue a la feria del libro y no pudo citar NI SIQUIERA DOS EJEMPLARES; algo que cualquier lector de este lúdico blog podría hacer incluso con distrofia muscular. Yo no me quejo de él, es un pobre idiota y lo será siempre (un idiota que ha robado millones). Yo me quejo de mí, de ustedes, de nosotros, porque sólo nosotros como sociedad podemos mejorar y superar las adversidades. Así que te pregunto: ¿Qué estás haciendo hoy y qué harás mañana para no ser un ASNO? Piénsale bien.

¿Cómo lo conseguí?

Seguimos agradeciéndole a esos paseos “ecoturísticos” del De Efe. En aquella ocasión compré Hyde (el cual aborrecí por eso no hubo, ni habrá reseña) y esta maravilla. Un precio módico, dos libros. Me tenían.

Un poco acerca del autor…

Nunca había oído hablar del autor, tal vez por el mismo motivo del previo. Pero ahora que me puse a investigar sé que escribió para varios periódicos y revistas de política mexicanas. Está estrechamente ligado a las injusticias políticas que pasan en el país. Se encuentra activo actualmente.

Reseña

“Un primer mandatario no tiene derecho a la infelicidad, para eso están los gobernados.” Esta frase es con la que se introduce el libro. La simpleza de esta frase también funge como un gran resumen: así era justamente el entorno de Díaz Ordaz totalmente “infeliz”.

Comienza en el momento que Díaz Ordaz fue designado para ser embajador de España, como era de esperarse las reacciones subversivas no faltaron, mucho menos las respuestas. Por ejemplo en ese momento Carlos Fuentes y Octavio Paz eran embajadores de Francia e India, respectivamente; ellos renunciaron automáticamente al enterarse del nuevo puesto de Díaz Ordaz. Argumentando que no comerían en la misma mesa que un asesino.

A su vez se observa como fue la juventud de Díaz Ordaz, una sarta de experiencias negativas. Las que definitivamente lo marcaron; entre las cuales destacan la opinión negativa de la revolución y sus consecuencias, el fundamentalismo católico, la segregación racial y el mismo ambiente mejicano lleno de machismo y represión. Sin duda esta es su formación ideológica temprana.

En su etapa adulta se nos muestra el panorama de la política mejicana: “En la política no hay favores, sólo intercambio de intereses.” Esa fue la forma que consiguió su título de “licenciado” y su acta de nacimiento de “poblano”. Por lo visto rehuía de sus raíces oaxaqueñas y su precaria formación escolar.

Justo antes de entrar en el conflicto estudiantil hubieron muchas otras huelgas, incluyendo: telefonistas, telegrafistas, ferrocarrileros e incluso médicos. Vamos, que Díaz Ordaz estaba peleado con todos, pero sobre todo tenía fuerte paranoia a los ataques de conspiración (en su mayoría inexistentes y/o generados por él mismo).

Finalmente se deja lo mejor para el final, el conflicto estudiantil de 1968, un momento que marcó la historia nacional. Aquí se explican las razones, los motivantes y los agravantes de este hecho. Me gustaría contar algo más de esto, pero deberían leer el libro para saber más…

Opinión

Tuve un enojo, tuve un enojo cabrón. No tanto por las acciones derivadas de la mente cerrada y represiva de Díaz Ordaz, sino por la falta de intelectualidad, control y determinación de los gobernantes actuales. Cualquier gobernante previo que hayamos tenido tenía más de todo de lo que EPN jamás tendrá: desde inteligencia hasta huevos. Jamás en su vida podrá escribir un discurso tan bien elaborado como los de Díaz Ordaz, no, ni siquiera los de Fox.

Tal vez en este punto deberíamos definir el concepto de ‘represión’ y sobre todo considerar: ¿qué tanto ha cambiado el sistema de los gobernantes hacia el pueblo? Y ¿qué tanto hemos cambiado nosotros? Los cambios no siempre son buenos.

La forma que se encausa la niñez y la juventud de Díaz Ordaz nos permiten “entender” un poco la naturaleza de sus pensamientos y acciones. Una infancia ruda, llena de sentimientos negativos contra la revolución, injusticias sociales y los típicos salvajismos que caracterizan al pueblo mejicano.

Tal vez fue el momento indicado para leerlo, ya que con todos los problemas (estudiantiles, de seguridad, normativos) que el país sufre es bueno tener un conocimiento previo y poder hacer un comparativo de cuán jodidos estamos… o no. Y una vez más quiero recalcar que los únicos que podemos hacer algo somos nosotros, está en nuestras manos cambiar, siempre respetando los límites de los demás. Eso incluye respetar sus pensamientos e ideologías, no puedes cambiar (o mejorar) a alguien que simplemente no quiere.

Es triste y sobre todo dramático la transformación que ocurre en el mundo de Díaz Ordaz, no voy a decir que fue una víctima, pero sí fue el producto de un movimiento que tuvo muchas consecuencias disparejas, que como es usual repercutieron en los más pobres. Vivir en una paranoia constante, siendo inseguro y creyendo que alguien va a matarte por las miles de cosas que hiciste mal es la forma de pagar el asesinato de miles de personas (estudiantes, entre ellos). Que quede totalmente claro que yo no apoyo quitarle la vida a nadie más, por el simple hecho de ser humanos; sólo que la forma en que lo hizo fue “ocasionada” por él mismo, y extremista. Tal vez al final no hubiera otra forma…

Los disparos en la oscuridad son aquellos que se producen en un mar de dudas, en un mar de confusión, en un mar de soledad, y sobre todo en un mar de disparidad…

"Lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos y hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos."
"La intimidación es sólo una forma de restaurar la sumisión."

"El poder nunca es en pasado ni futuro, es sólo en el presente."

"En México adivinar la voluntad se convirtió en la principal lotería."

"El poder se deleita en lo absoluto cuando escatima de palabras y abunda en acontecimientos que se demuestran. El poder no está hecho de palabras, sino de silencios."


"… Vamos a comprobar dónde está el hueco, el hueco no se puede destruir, se agranda. Porque para que no se quede un hueco en una familia, habría que haber acabado con la familia entera." (Fragmento de discurso)

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