Reseña de El búfalo de la noche de Guillermo Arriaga
Autor: Guillermo Arriaga
Editorial: Debolsillo
Género:
Drama/Thriller
Libros
leídos del autor: 1
País donde sucede:
México
País de origen del autor:
México
Año
de publicación: 2001
Páginas:
244
Días
para acabarlo: 4
Calificación personal: 4.95/5
Previo: La peor traición de todas
Últimamente tengo la costumbre de no
pensar en mis previos, solo los medito los últimos cinco minutos antes de
escribir la reseña (en lo que se abren los archivos y todo eso), éste ha sido
igual. ¿Cuál creen que sea la peor traición de todas? ¿La de un hijo a un
padre? ¿De un hermano a otro? ¿De un amigo a otro? Yo creo que la peor de todas
es la de un mejor amigo a otro, por el simple hecho de que tú eliges a tus
amigos, y a tu familia no. Imagínense que alguien a quién le depositas toda tu
confianza, le brindas palabras de aliento, cariño, dinero, protección, hasta tu
mismo techo, te cometa la bajeza de traicionarte (y si es por una mujer peor);
es algo que sencillamente es peor que perder al amor de tu vida, porque el amor
te llega sin esperarlo, la amistad es una elección. Cuéntenme cuál creen que es
la peor traición de todas.
¿Cómo lo conseguí?
Había sido quincena, y yo me merecía
libros nuevos, había pasado varias semanas sin ir a la librería por algún
ejemplar, el principal motivo es porque ninguno se me antojaba, y aunque este
libro no era por el que iba, se coló fortuitamente en mi elección.
Un poco acerca del autor…
Recuerdo el apellido Arriaga (además de
parecerse al mío), lo recuerdo por algunas filmografías, pero no sabía que
también escribía. El previo acabará aquí, porque estoy seguro que habrá
muchísimo más de él en el blog.
Reseña
Manuel y Gregorio son mejores amigos,
viven en la ciudad y van a la universidad. Gregorio tiene una novia, y Manuel
también… lo que no saben es que es la misma.
Cuando Gregorio es liberado del hospital
psiquiátrico en el que se encontraba, algo inesperado sucede, e impresiona a
todos.
A través del retrato de un par de
amigos, uno cínico y el otro enfermo, se narra la historia en “El búfalo de la
noche” una extraña obra que te mantendrá en tensión al borde de las páginas. O
de las lágrimas.
Opinión
Hace muchos años vi la película, una
película rara que no sabía de qué iba, fui con mi tío, pero el ya no lo
recuerda. Yo solo recuerdo a Diego Luna cogiendo con Liz Gallardo, los jóvenes
tenemos buena memoria fotográfica. Así que cuando vi este libro en los
estantes, justo como el búfalo de la noche los miraba por la noche, supe que
tenía que leerlo.
Había pasado un tiempo sin comprar
libros, así que este llegó en un excelente momento, al grado de qué quiero leer
todo de Arriaga. En cuanto a la trama es simple, y tiene un sinfín de frases
que te hacen recordar, enojar, sentirte triste y hasta creer en el amor
idílico. Muchas personas dicen que la narración es súper chilanga, pero yo no
estoy de acuerdo, tal vez porque soy demasiado chilango.
Tiene sus momentos, sus escenas
memorables, y todo ello, y aunque va sobrado de escenas intrascendentales, algo
tiene que te hace querer leerlo en un solo día. Quise apurarlo y leerlo más
rápido pero la rutina me lo impidió, aun así lo disfruté montones y logró su cometido,
obsesionarme.
Lo que me fascina de las películas es
que me permiten darles una cara y un sentido a los personajes (incluso una
voz), así que agradezco a la película eso. Y aunque el final es lo peor del
libro, se cae un poco conforme al ritmo de todo el libro, no empaña la
genialidad del libro.
Los personajes tienen algo, que te saben
a una historia culposa que necesitas saber. Por último tengo un enojo… ¿por qué
nadie me había presentado a Arriaga antes? Quiero leer mucho (todo) de él.
El búfalo de la noche te mira mientras
duermes… por eso no puedes dormir. Entre más duermes, más sueñas con él.
Citas
"Por más que me doliera debía asimilar el golpe, asumir con humildad que ella poseía misterios a los cuales yo no podía acceder, como tampoco ella a los míos."
"Debía olvidar. Por lo menos intentarlo. Perdonar. Olvidar. Olvidar."
"Hicimos el amor, despacio, sin hablar. No hubo formas o acrobacias. Sólo el lento ondular de nuestros cuerpos."
"Nunca antes sentí el deseo de protegerla. Ansiaba resguardarla, sobre todo, de mi mismo."
"Estoy escondiendome de mí misma, no de ti. Apenas me besó en los labios y retrocedió."
"Ella prefirió dejarme antes que perderme..."
"Quizá por eso me atraía la relación con ella: me brindaba la sensación de transgredir algo."
"Ansiaba olvidar quién era y que hacía conduciendo un automovil por las calles de una ciudad desbordada por la lluvia en busca de la mujer que amaba."
"Siento que me estoy cayendo y que si no me agarro de algo, me voy a estrellar."
"¿Habría valido la pena tratar de quererla en algún momento? Porque a pesar de haberla penetrado docena de veces, de haberla lamido entera, de besarla sin respiro, nunca me fue más cercana como en ese roce de brazos."
"Hablamos durante horas, meras trivialidades. Ambos necesitabamos tantear de nuevo el terreno. Sobre todo yo, que no deseaba bordear de nuevo el abismo."
Citas
"Por más que me doliera debía asimilar el golpe, asumir con humildad que ella poseía misterios a los cuales yo no podía acceder, como tampoco ella a los míos."
"Debía olvidar. Por lo menos intentarlo. Perdonar. Olvidar. Olvidar."
"Hicimos el amor, despacio, sin hablar. No hubo formas o acrobacias. Sólo el lento ondular de nuestros cuerpos."
"Nunca antes sentí el deseo de protegerla. Ansiaba resguardarla, sobre todo, de mi mismo."
"Estoy escondiendome de mí misma, no de ti. Apenas me besó en los labios y retrocedió."
"Ella prefirió dejarme antes que perderme..."
"Quizá por eso me atraía la relación con ella: me brindaba la sensación de transgredir algo."
"Ansiaba olvidar quién era y que hacía conduciendo un automovil por las calles de una ciudad desbordada por la lluvia en busca de la mujer que amaba."
"Siento que me estoy cayendo y que si no me agarro de algo, me voy a estrellar."
"¿Habría valido la pena tratar de quererla en algún momento? Porque a pesar de haberla penetrado docena de veces, de haberla lamido entera, de besarla sin respiro, nunca me fue más cercana como en ese roce de brazos."
"Hablamos durante horas, meras trivialidades. Ambos necesitabamos tantear de nuevo el terreno. Sobre todo yo, que no deseaba bordear de nuevo el abismo."
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