Reseña de Arde Josefina por Luisa Reyes Retana
Autor: Luisa Reyes Retana
Editorial: Literatura Random House
Edición: Física
Género: Ficción
Transgresora, Novela corta
País donde sucede: México
País de origen del
autor: México
Libros leídos del autor:
1
Páginas: 14
Días para acabarlo: 2
Calificación personal: 4.85/5
Previo:
Arde en mi mente
Los trastornos de
personalidad son un tema que se había tocado aquí hace mucho tiempo, y más que
trastornos de personalidad se tocaron algunas enfermedades psicológicas,
haciendo un énfasis a la esquizofrenia. Pues bien, además de este libro el
panorama se ha acomodado para que me encuentre bombardeado o referenciado a
este tipo de alusiones. Recordando brevísimamente los autorretratos de un autor
hizo mientras estaba bajo la influencia de algunas drogas y/o enfermedades
mentales, fue como salió la idea del previo. ¿Qué es lo que arde en tu mente
cuando tienes esquizofrenia? ¿Qué es lo que sienes que hace combustión? ¿Todo
tu mundo se quema? Estoy lanzando ideas al aire porque realmente no quiero
imaginar cómo se debe sentir tener esquizofrenia.
¿Cómo
lo conseguí?
Había ido a una tienda
departamental a pagar, y pasé por la sección de libros. Según yo no me había
percatado de este ejemplar ganador del concurso Mauricio Achar. Y henos aquí.
Un
poco acerca del autor…
No había oído nada de la
autora, la conocí por la mini biografía que trae el libro, después busque su
cuenta de Tuiter y la seguí. Editora en Sicomoro Ediciones, esta es su primer
novela, y que debut.
Reseña
Josefina y Juan son
hermanos, hijos de una pareja inglesa que por razones diferentes radican en
México. Son una familia atípica que desentona con el paisaje obsoleto de
México, la vida de la familia discurre entre Ciudad de México y la ciudad de Pachuca.
Juan posee una condición
mental desconocida, y Josefina se encuentra atado a él por razones más
profundas que compartir un lazo sanguíneo. Mientras los padres de ellos
reaccionarán de una forma desentendida, ellos se unirán más y más. En “Arde
Josefina” encontraremos una relación quemante que se llevará a más de uno entre
las llamas.
Opinión
Lo primero que nos
recuerda el libro es a otros dos libros: a Luz Estéril por la relación entre
los hermanos, y a El búfalo de la noche por la esquizofrenia que rezuma la
situación. Debido a esto puede que mi apreciamiento se haya visto afectado,
porque ambos libros han sido de mis favoritos. Entonces, digamos que “Arde
Josefina” es el hijo no nato de ambas obras.
La trama es sencilla,
digerible, espaciada. Me gustaron mucho los saltos que se hacen a través de la
historia, pueden resultar abruptos pero son totalmente entendibles. Los capítulos
son cortos, las ideas también, se profundiza cuando debe y no extiende de más.
Me parece un libro muy preciso.
Y aquí es donde radica
su punto con mayor oportunidad, la autora genera un ambiente ad hoc para expandirse
y para hacernos poder disfrutar su obra, y ¡pum! Nos termina. Nos deja con los
puntos en las ies demasiado rápido. Nos cierra la puerta para que no podamos
disfrutar como se consume ella y su incendio. La novela tenía de donde
incendiarse, pero la autora sofoca su fuego muy pronto.
Ahora, los personajes, a
Josefina, la principal, le hace falta un tris para generarnos esa empatía que
la volvería uno de esos personajes recordables de la literatura mejicana, pero
no, se queda en la sombra del recuerdo. En cambio, su hermano Juan es el que se roba el libreto en un par de
páginas. La historia está bien construida, pero definitivamente le falta un
remate contundente.
Por mi parte quedé
complacido de haber leído un libro ganador de un premio mexicano, y por
supuesto que seguiré leyendo más cosas de la autora, incluso me daré una
escapada por la editorial. Un libro breve que generará más de un pequeño
incendio en nuestras mentes.
Arde, Josefina, pero
arde totalmente…
Citas
"Siempre volvemos de Pachuca tristees, porque ahí, más que en cualquier otro lugar, confirmamos que no somos como ellos y que estamos destinados a decepcionarlos."
"La fuerza cede su lugar al dolor."
"El espejo poco a poco se empaña y me voy borrando hasta que solo soy una mancha blanca. Desaparezco unos segunso y siento consuelo. Me meto en la tina, sumerjo la cabeza, abro los ojos. No me voy a matar, lo hago para sentirme angustiada bajo el agua sin poder respirar."
"Hago un fuego que quema lentamente. El fuego cruje, crece. Los libros se inflaman."
"Cierros los ojos y veo fuego. Las sombras que antes eran casi imperceptibles ahora tiemblan aterrorizadas."
"Me tomó la mano. Se la quise soltar, pero apretó fuerte."
"Nos quitamos la ropa sin decir una palabra y nos tocamos la cara con las yemas de los dedos."
"El panteón tenía un modo íntimo de devolver la mirada. Los espectadores compartiamos un solo estado de ánimo."
"Temo el momento en que ese fuego se apague, porque nunca queda nada."
"Repetimos el movimiento con más intención, uno y otra vez, hasta que soltamos el control y nos dejamos caer en la violencia, en el dolor, en el placer del dolor, en el amor que tanto nos había eludido y en el inescrutable sadismo que implicaba volver a amarnos."
"Siempre volvemos de Pachuca tristees, porque ahí, más que en cualquier otro lugar, confirmamos que no somos como ellos y que estamos destinados a decepcionarlos."
"La fuerza cede su lugar al dolor."
"El espejo poco a poco se empaña y me voy borrando hasta que solo soy una mancha blanca. Desaparezco unos segunso y siento consuelo. Me meto en la tina, sumerjo la cabeza, abro los ojos. No me voy a matar, lo hago para sentirme angustiada bajo el agua sin poder respirar."
"Hago un fuego que quema lentamente. El fuego cruje, crece. Los libros se inflaman."
"Cierros los ojos y veo fuego. Las sombras que antes eran casi imperceptibles ahora tiemblan aterrorizadas."
"Me tomó la mano. Se la quise soltar, pero apretó fuerte."
"Nos quitamos la ropa sin decir una palabra y nos tocamos la cara con las yemas de los dedos."
"El panteón tenía un modo íntimo de devolver la mirada. Los espectadores compartiamos un solo estado de ánimo."
"Temo el momento en que ese fuego se apague, porque nunca queda nada."
"Repetimos el movimiento con más intención, uno y otra vez, hasta que soltamos el control y nos dejamos caer en la violencia, en el dolor, en el placer del dolor, en el amor que tanto nos había eludido y en el inescrutable sadismo que implicaba volver a amarnos."
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