Reseña de Los accidentes de Camila Fabbri


 Título: Los accidentes

Autor: Camila Fabbri

Editorial: Almadía

Edición: Físico

Género: Cuentos

País donde sucede: Argentina

País de origen del autor: Argentina

Libros leídos del autor: 1

Páginas: 167

Días para acabarlo: 1

Calificación personal: 4.75/5

 

Previo: Fanatismo por los puntos  

Nunca acabé de entender de donde venía esa manía. Sí. Justo esta. De poner un punto tan cerca de otro. Que es como si tomáramos una bocanada de aire. Lo sostuviéramos. Y pum. Luego siguiéramos respirando. No recuerdo exactamente quién. O qué. Me dijo que no era correcto usar tantos puntos. Por qué no. Sí yo soy un fanático de los puntos. Hay puntos finales en mi vida. Plagas de puntos suspensivos. Pero lo que menos hay son puntos y seguido. Puntos. Puntos. Puntos. O sea, tres puntos.

¿Cómo lo conseguí?

Leí un pequeño fragmento en la cuenta de Almadía, y me quise arriesgar. En este fragmento había una sequedad bastante familiar, que me engancho.

Un poco acerca del autor…

Autora bastante polifacética, además de escribir es actriz y directora de teatro. Curiosamente mi cuento favorito de este compilado, fue una obra de teatro.

Reseña

La mayoría de los cuentos son raros, creo que todos me agradaron, pero hubo dos que me volaron la cabeza: Mi primer Hiroshima y Lautaro y la pólvora. Solo por estos dos, vale la pena adentrarse en el libro.

A través de una narración llena de oquedad, se presentan estos cuenticos, que definitivamente le volara la cabeza a más de uno.   

Opinión

En la literatura hay varios tipos de narrativa, de estructura, de forma, de muletillas, pero probablemente aquel que es: seco, escueto, y lleno de puntos, sea mi favorito. ¿Por qué? Porque es con el que más me identifico, creo que la vida es fundamental estar ensimismado (de alguna forma u otra), y estos cuentos me hacen sentir así. Incluso es el tipo de cosas que me a mí me gustaría escribir: algo lleno de sequedad, pero que se te quedé impactado en la cabeza.

La autora se acerca mucho a la frivolidad, pero las personas que realmente sabemos la pequeña (gran diferencia) entre la sequedad y la frivolidad, sabemos que no es así, y simplemente te da mucho gusto leer textos así. Lo segundo es que hay una belleza indescriptible en el conjunto de palabras que se escriben aquí, no importa que no se relacionen, ni que tengan tanto sentido; son hermosas por ellas mismas. Además de los cuentos que mencioné arriba, la belleza implícita que se maneja acá, es de cinco estrellas.

Me cuesta un poco saber a quién le podría gustar este libro, y no es que sea complejo simplemente se necesita estar bastante revuelto o ser demasiado receptivo para no perderse dentro de su aleatoriedad.  

Pequeños accidentes a la vuelta de la esquina.

Citas

“Él festejaba que yo diera lastima, se le derretían los cachetes, entraba en calor.”

“La libertad es manejar de noche; equivale al movimiento libre de un bebé que descubre, por fin, que el pie se estira hasta la cabeza y que también es posible doblarse entero y rodar durante horas.”

“Nunca me gustó escribir, pero lo que más hago desde que llegué acá es escribir.”

 

“Estábamos acostados en la cama más tiempo del que el mundo podía contener y, abrazados, podíamos seguir de largo durante todo el departamento. Todo el edificio. Recordar el barrio y morirnos.”

“Me imaginaba choques por doquier. Choques de naves. Respiración boca a boca. Fracturas expuestas.”

“Es el principio de todo, y es eso quizá lo que más me gusta. Que todavía no haya empezado. Me gusta cuando todo huele a pólvora sin siquiera haber explotado.”

“Yo sé que en cualquier momento podríamos cometer, juntos, un crimen.”

“Estar enamorada es un poco eso: pensar en que hacer al respecto del cuerpo del otro.”

“Un abrazo es un fantasma porque solamente a él le pertenece. Todos los demás no serán nada.”

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