Crónicas de viaje: Luchas, Patrick Miller y McCarthy’s
Viernes. Son las 6:30 am, siento el
rescoldo del alcohol en mi boca. No estoy crudo, bebí agua durante todo el
inter. Llego al trabajo y ordeno un café con cuatro (4) cucharadas de café para
combatir mi desvelo de la noche anterior, justo como al velador -que llevo
dentro de mí- le gustaría. El día se me pasa rápido y pienso en lo que me
espera al salir: lucha libre.
Dejo el auto en mi casa, y me
dirijo al centro en transporte público, el frío comienza a arreciar en la
ciudad. Llego un poco antes de la hora acordada con mi primo, la función
comienza 20:45. Mi primo se encuentra con sus amigos que están viendo las
máscaras y las playeras, como yo estoy acostumbrado a las luchas ya no me
impresiono tanto. Esperamos a que lleguen mis primas y nos adentramos a la
expectante Arena México; habría evento especial: campeonato de la leyenda azul.
Apoyando al rey de los crustaceos |
Después de las luchas de relleno, comenzaba la semifinal, y al
parecer fue la que todo el público disfrutó más. Si usted nunca ha ido a las
luchas, tiene que ir con la mente abierta para ver toda la fauna que se halla
ahí, desde los luchadores musculosos (que no luchan un carajo, pero son
rostro), las edecanes que salen en cada caída, los mini luchadores, hasta los parroquianos que gritan lisuras para
expresar su horrido día laboral (yo me encuentro en los que gritan lisuras
desde tiempos inmemoriales). El torneo acabó con un excelente resultado, y
complacidos con la extravagancia de la función nos dirigíamos a seguir la noche…
elegimos un lugar de recreación un poco atípico: El Patrick Miller.
¡Luchas! |
Al llegar aún no estaba tan lleno,
así que compramos pocas fichas (cambias
tu dinero por fichas que se cambian a su vez por cervezas) y nos pusimos a
mirar la fauna local, la cual es extremadamente más diversa y exuberante que en las luchas.
Abarcan desde los bailarines amateur hasta los góticos consagrados que se saben
todos los pasos y canciones. Por lo que tengo entendido cada fin de semana hay
una temática diferente (la cual no recuerdo muy bien), desde ochentera hasta
electrónica. El lugar es una apoteosis de la cultura pop, que si a usted le
gusta mover el esqueleto a esos ritmos encajara a la perfección en este lugar
ubicado en la colonia Roma.
Casi al final nos pusimos a beber,
y el team Araizaga iba ganando en
cervezas bebidas. Déjenme presumir que el team Araizaga siempre gana en ese
tipo de retos. Después de yo solo me supiera un par de canciones de Erasure,
estábamos listo para irnos, el lugar estaba a reventar y literal ya no cabía
una sola alma, nunca supe en qué momento se llenó TANTO. Yo estaba cansado y
desvelado por el día anterior, así que decidí comer algo para aguantar. Al
final nos llevaron al callejón de San Jeronimo, pero ya era muy tarde para
seguir la fiesta así que volvíamos a mi casa en Uber pool. Después de un viaje
suicida por lugares peligrosos en el centro, regresaba a dormir… menos de cinco
horas.
**
Pulques. |
Sábado. Son las 9 am, o algo así.
No descansé mucho. Siento mi cuerpo fatigado y me quedo mirando al techo.
Tenemos que desayunar, tenemos que hacer algo el sábado, tenemos todo el día
por delante. Se me ocurre cumplir una promesa, y después de almorzar nos
dirigimos a una de las mejores pulquerías de la ciudad: La Paloma Azul. Después
de degustar los elixires de nuestros antepasados y probar varios sabores (entre
los cuales destacan pistache, avena, apio y piñón) nos dirigíamos al prefacio
del partido del lunes: Fan Fest NFL, ubicado en Chapultepec. Ahí pudimos
observar algunas dinámicas de la NFL y hasta participamos en “Draft Day”, en
las demás había demasiada gente. Seguimos caminando hasta llegar a Reforma,
nuestro objetivo era ver los cascos de artistas mexicanos que ahí se
encontraban, pero tuvimos que parar en la Casa Cultural Suiza, ahí conocimos un
poco de la cultura suiza y probamos su comida típica; él probó la salchicha con
pan y yo pastel de cebolla con tocino, acompañados claro de un par de cervezas
típicas.
Artesanal de calabaza |
Después de ver los cascos, hubo
unos realmente bien diseñados y otros no tanto, proseguimos por el tour a la
ciudad. Cuando veníamos en Uber, vimos un bar cerca de Insurgentes y Ámsterdam,
así que hacia allí nos dirigíamos. El bar era de cerveza artesanal y ubicado en
una zona hipster, así que los precios
no eran tan baratos. Después de degustar una cerveza cada uno, caminamos a la
que sería la parada final del sábado: McCarthys.
Seguía siendo sábado, y la única
promoción vigente era la de 2x1, así que la aprovechamos, justo como en Mérida
pedimos Bohemia. La clara para él, la oscura para mí. Nuestra idea al principio
es que todo sería breve, echar un par de cervezas y descansar para ir mañana
frescos a pueblos, todo iba bien, hasta que llegaron nuestras primas. No estoy
diciendo que ellas nos hayan inducido a tomar, pero es que con ellas siempre
hay ambiente, y obviamente nos dieron ganas de tomar… y a mí de comer. En este
punto tengo que recomendarles las hamburguesas de McCarthy’s, nada caras y bien
servidas, y creo que hay promoción los martes. Pedimos un par de promociones
más, yo no quise seguir bebiendo porque el día después tendría que manejar, y
no es que no pueda manejar crudo, no me gusta manejar cansado, eso es lo peor,
y la carretera de Puebla no es la mejor para manejar. Después de las promociones,
jugamos futbolito y después de ser
barrido por el cangrejo, pude ganarle a mi prima. Fue mi parte favorita.
Esperamos a que la banda en vivo se presentara y seguimos bebiendo, ellos yo
no. A mí se me cerraban los ojos. Horas después por fin después de que me
vieran a punto de dormir en el bar nos fuimos, el amigo de una de mis primas
nos llevó hasta mi casa. En este punto todo se vuelve raro, yo iba cansado y…
solo oía de fondo unos cumbiones. Lo
último que recuerdo fue que llegamos de la Roma a mi casa en menos de 16
minutos, un nuevo record.
Ganandole a la chiki en el futbolito. |
Llegamos a casa, y después de
hablar de cosas de cangrejos por unos minutos, me fui a la cama, tenía que
recobrar algo del sueño perdido, y tenía que alistarme al menos mentalmente
para el viaje hacia Puebla.
Es el fin de la segunda, la última
el próximo lunes, y abarcará desde Puebla hasta la despedida, incluyendo por
supuesto el partido de la NFL.
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