Post de aniversario: Las cosas que encontramos por el blog, después de siete años

 

La verdad es que yo creo que no hemos hallado muchas cosas por el blog en estos siete años.

No vas y le dices a una chica que acabas de conocer: hola, tengo un blog de libros, no funciona como rompehielos.

No le dices a los integrantes de tu club de libros: hola, tengo un blog de libros lean las reseñas, porque sabes que no las leerán.

No le dices a tus padres: tengo un blog de libros, no uno de coches como tú soñabas. Lo siento tanto.

No se lo dices a las personas, porque no quieres que te desprecien delicadamente. Nadie quiere leer tu blog, ni tampoco lo harán.

Si tienes suerte, un extraño en su sótano, en alguna comunidad remota lo leerá, o un estudiante copiara la opinión, u otro blog te robará la reseña, repito, solo si tienes suerte. Así que, ¿para qué lo sigues intentando? La verdad es que yo tampoco lo sé, sólo sé que ya no quiero, ni puedo dejarlo, se ha vuelto mi patio trasero de emociones, mi basurero personal. Y sé que todo estaría peor si no me pudiera desahogar aquí, sí, en serio.

Pero no todo es transgresión barata queriendo imitar a Palahniuk, no, por supuesto que no. Me queda claro que el blog no ha traído muchas cosas, pero los libros en el sí. Han traído amigos, crónicas, experiencias, personas, amor, desamor, y por supuesto muchos, muchos, muchos, pero en serio muchos libros. Así que siempre nos debemos sentir agradecidos, a todos los que conforman el blog, de forma directa o indirecta. A aquellos que salen en las reseñas, en las crónicas, en los fragmentos. Ustedes son parte de Crónicas Azules 13 y han servido para que se mantenga.

Como todos sabemos este año ha sido difícil para todos, ya wey, acábate. Pero nos mantenemos positivos para todas las ideas y proyectos que traemos en el futuro: más crónicas, más libros, más países pero sobre todo, más de mí. Esperemos que el 2021 nos sonría mejor, y que los aliens no nos coman (ya wey, que se te haga la boca chicharrón).