La ciudad y los perros
Autor: Mario Vargas Llosa
Editorial: Peisa
Género: Drama
realista
País
de Origen: Perú
Páginas: 343
Calificación
personal: 4.2/5
Previo
A mi parecer no todos tenemos la
misma capacidad de imaginar, pero es grandioso poder encontrar a personas con
las que puedes llegar a compartir un momento de creatividad que desemboca en
una lucidez conceptual. Aún así, es un poco más maravilloso poder plasmar y
conocer los conceptos en la vida real que alguna vez imaginamos.
Mario Vargas Llosa es un autor
ganador del premio Nobel de literatura pero yo no había leído nada de él, así
que me puse a investigar y a preguntar con varios conocidos míos. El 70% me
recomendó que comenzara con “La ciudad y los perros” por ser su obra más madura
y conocida. Así fue como llegué a una nueva ciudad llena de perros con forma de
jóvenes ciudadanos.
“Se
halló en medio de una multitud de obreros y sirvientas, mestizos de pelos lacios
zambos, indios cobrizos, cholos risueños, pero el sabía que estaba en el
distrito de La Victoria por el casi visible a chicharrones, pisco, butifarras, transpiración,
cervezas y pies.”
Reseña
La novela se sitúa en Lima, Perú,
entre la década de los 70´s y los 80´s. Una época en la cual aún no se hablaba
del terrorismo y Lima estaba en plena expansión urbana así como demográfica. El
contexto específico nos lleva a una escuela militarizada llamada Leoncio Prado,
la cual está conformada por varias secciones de jóvenes cadetes que son adiestrados
por militares.
“Teresa
formaba parte de esos 3 años de Colegio Militar, era uno de esos cadáveres que
no convienen resucitar.”
En la historia se hacen partícipes
varios cadetes, pero se habla en específico de tres: El Poeta, el Jaguar y el
Esclavo. La forma en que se relacionan en el colegio militar es de lo más
normal que los jóvenes se pueden llegar a relacionar, pero la vida que ellos
poseen fuera del colegio está mucho más conectada y unida de lo que ellos
pueden llegar a imaginar. Poco a poco se devela este tipo de relaciones y la
forma módica en la que se afecta la trama.
“Ahora ya no tenía esperanza; nunca sería como el
jaguar, que se imponía por la violencia, ni siquiera como el poeta que podía
desdoblarse y disimular para que los otros no hicieran de él una víctima. A él
lo conocían de inmediato, tal como eran, sin defensas, débil, un esclavo.”
Al estar en un colegio militar,
la disciplina forma una parte fundamental de la vida diaria, pero la mayoría de
los jóvenes de las secciones más grandes poseen varias tácticas para desacatar
las normas y hacer lo que les plazca, todo esto cuando los oficiales no los
observan. Además se narran ciertas acciones cruciales que los jóvenes hacen
para apoyarse o perjudicarse entre sí.
“No
es un mal muchacho. Es mi obra. He tenido que ser algo duro con él a veces, pero
era por su bien. Me ha costado mucho trabajo hacerlo un hombre. Es mi único
hijo, todo lo que hago es por su bien. Por su futuro.”
El trasfondo de todo esto es
poder observar y analizar cómo es realmente la vida en un internado militar. La
forma en la que son tratados los jóvenes, no solamente por los oficiales, sino
también por sus demás compañeros de sección así como de otras secciones. La
vida en una escuela militarizada no es como la pintan: ni tan normativa ni tan
transparente a la vista de los jóvenes. Uno de los principios de la naturaleza
humana es sobrevivir, a toda costa y a pesar
de quien sea.
“Cante
cien veces “soy un perro” con ritmo de corrido mexicano. Esta vez obedeció y su
garganta entonó la frase ordenada con la música. La melodía le transformaba por
momentos en chillidos. Pero a ellos no parecía importarles.”
Opinión
Esta es la primera novela peruana
que leo, y es como el tercer libro que leo que se relaciona de alguna forma con
los militares. Cuando leo algo que tiene
que ver con los militares recuerdo cómo fue mi vida durante un año (tuve que
hacer mi servicio militar de manera presencial) y honestamente no tengo muy
buenos recuerdos que mencionar, pero sí muchas experiencias que contar.
Llegaron a mi mente ciertos hechos que concordaban en la novela como en el
tiempo en que estuve rodeado de militares. Es verdaderamente cierto que ellos
creen en la disciplina ante todas las cosas y como una forma de vida.
“Pero
si algo que he aprendido en la escuela militar, es la importancia de la disciplina.
Sin ella, todo se malogra, se corrompe. Nuestro país está como está porque no
hay disciplina, ni orden... Lo único que se mantiene fuerte y sano es el ejército,
gracias a su estructura.”
Al principio la trama me pareció
bastante aburrida y fuera de sentido, es una constante que a veces llego a
encontrar en los libros iberoamericanos, me parecen llenos de sentimentalismos
innecesarios. Pero mediante transcurre la historia, esas historias paralelas
que llegué a creer “sin sentido” van moldeando a la perfección la historia. He
de confesar que la historia da un giro insospechado que me asombró como pocas
novelas lo han hecho.
Como buen lector me encanta
imaginar y adelantarme a la historia, la trama parece lineal pero tiene giros
inusuales que suscitan la curiosidad del lector. Por mi parte, me llevó un
tiempo analizar cuidadosamente la forma en que se dan estos giros para así
poder entender hacia dónde se encausaba la historia.
“-¿Por
qué el jaguar? -¿No somos bastantes? –No, no es eso. Él es destino. No lo han
bautizado. Yo lo he visto. No les dio tiempo siquiera. Se les reía en la cara,
les decía: ¿Así que van a bautizarme? A ver a ver…”
El libro me agradó, me lleve una
buena opinión de Vargas Llosa y estoy seguro que pronto leeré algo más de él.
La historia mejora muchísimo a la mitad y las descripciones me parecen de lo
más cautivadoras y finas. Amo la sensación de encontrar en la vida real los
lugares que se describen en el libro, da una impresión de llegar sentirse en el
mismo espacio y tiempo que los de la época.
PD: No pude aguantar la
curiosidad y me aventuré a buscar el Leoncio Prado. Aquí un par de fotos.
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